un clásico: «predicar es trabajar con la palabra y la doctrina por la eterna salud de los hombres» (San Agustín)21. Hay personas que se toman demasiado en serio a sí mismos, los miedos y preocupaciones que contraen por contagio del medio ambiente, y aunque sean personas de fe prestan demasiada importancia a lo que pasa a su alrededor –sin reparar en su caducidad–, como si la incredulidad o el rechazo fueran las últimas palabras. Es bueno y necesario prestar atención a
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